Los barnices del barco son una de las cosas más delicadas de
la misma. Sobre todo los que están en el exterior expuestos al sol.
Las maderas son una belleza que muestra un detalle de náutica
tradicional en los barcos de plástico y resaltan las principales piezas y
detalles de molduras en una embarcación de madera. Y es algo que en las embarcaciones
modernas se están omitiendo por causa del mismo mantenimiento. Cosa no
sencilla.

Así que a la hora de mantener esos barnices o restaurar
haremos una distinción entre interiores y exteriores.
Los barnices interiores tienen la ventaja de estar
protegidos del sol, de la lluvia y menos expuestos a rayones. Por lo cual una
entrada o filtración agua al interior del barco desde la cubierta hacia abajo
puede ser trágica para las maderas barnizadas. Las entradas de agua son la
causa más común de daño de barnices en los interiores después de la humedad combinada
con la falta de limpieza y ventilación.
También los productos en aerosol son dañinos para los
barnices con el progreso del tiempo. A veces uno se alegra con el brillo
adicional y el perfume que aporta un lustra-muebles en aerosol. Pero con el tiempo
tendrán sus consecuencias.
El perfecto estado de los barnices es algo fácil de
mantener, solo se debe hacer lo normal del mantenimiento de todo barco. O sea,
limpiarlo y ventilarlo al mes una vez a la semana.
Las maderas previamente selladas tienen que tener al menos 7
manos a pincel no diluidas en exceso o no diluidas. Pero si maderas selladas o impermeabilizadas
con sellador o barniceta y las manos de
barniz hasta que esté el poro sellado y una cobertura considerable.
Los del exterior llevan el mismo proceso. La mayoría los
prefieren brillantes, para ello se recomienda un buen barniz con filtro solar,
y que sea transparente. Los barnices tonalizados como el cetol o como el Campbell
Premium de petrilac no son perdurables a la intemperie. Aunque prometan buenos
resultados el color de fondo no tiene forma de filtrar los rayos uv y calientan
el barniz que se reseca y da un aspecto de pintura de color más que de barniz. Además
de que esconden las hermosas betas de la madera y no dejan que se luzca. Entonces
se deforma el aspecto de los barnices.
La mejor manera de preparar una madera para barnizar es
rascando todo el material hasta la llegar a la madera virgen. Luego hay que
pulirla hasta borrar las rayas de la madera y suavizar la superficie empezando
con una lija de banda #80 hasta #120 para el sellado o barniceta.
Luego que se aplicó el sellado o barniceta al menos 2 manos
haciendo que la madera absorba, se comienza a pintar con el barniz puro. Previo
lijado con lija #280 se aplica la mano de barniz pura y se repite el proceso
las primeras 3 manos. Luego cuando bien seco, se lija con lija al agua cada vez
más fina, #320 0 #360 y diluyendo gradualmente para mejor estirado y terminación.
Al menos 7 manos. Siempre lija y limpieza entre manos. Usando trapos de algodón
limpios o humedecidos en aguarrás para que no queden pegadas pelusas ni
basuras.
Luego de haber usado el barniz desde la lata una o dos
veces. Para las manos finales se debe colar con filtros de nylon o medias
finas. Así eliminamos el aserrín, pelusas y basuras de la lata de barniz. Y así
también se debe limpiar el manera excesiva el pincel o utilizar otro para la terminación.
Luego de cada mano el pincel se debe enjuagar con aguarrás o kerosén y
envolverlo en diario para que no se deforme dentro del recipiente donde quedaría
guardado.
Los pinceles de barniz solo hacen la diferencia si se cuidan
de manera correcta. Sino el resultado será el mismo con una u otra calidad de
pincel. Salvo que se use un buen pincel para la mano final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario